LA ÚLTIMA ALMEJA (V y Moraleja)

V De las secuelas económicas de la inundación no vale la pena hablar, eso es lo de menos. Solo diré que gracias a aquel episodio tan emocionante y divertido, descubrí que también en Morguesa hay gente intolerante, envidiosa del gozo ajeno, gente que solo ve el lado negativo de las cosas. Todo no puede ser perfecto, ni siquiera aquí. Pero por mucho quebranto económico que se derivara de aquel suceso, no fue eso lo que me decidió a poner fin a nuestra relación. Porque ¿qué importa el dinero cuando hablamos de felicidad? La demanda de los indignados vecinos, las reparaciones en los elementos comunes del edificio, la sustitución del mobiliario y enseres echados a perder, la factura del servicio de los bomberos…todo eso lo hubiera sobrellevado con resignación, incluso con gusto, de no ser por la actitud desconsiderada y, por qué no decirlo, egoísta de Agustina para conmigo. ¡Qué gran decepción! Vean y juzguen ustedes mismos. ...